viernes, 12 de octubre de 2007

LOS DIRECTORES TECNICOS

Si Dante Panzeri viviera...

Un enorme campo fértil para embusteros.
Dante Panzeri.



"¡Tocá! ¡Pateá! ¡Picá! ¡Frená! ¡Andá! ¡Volvé! ¡Abrí! ¡Cerrá!". Todas estas exclamaciones y un montón de verbos más se los puede padecer en la mayoría de los partidos en donde juegan chicos. Quienes los emiten se dicen directores técnicos contratados por los clubes para ejercer la tarea de entrenador. El cuadro se completa con la figura de los DT, generalmente de pie, con movi­mientos ampulosos de brazos,con un tono de voz como si sus dirigi­dos estuvieran jugando a varios kilómetros de distancia y con sem­blante de preocupación. Pero justamente por tratarse de chicos, doble es su trabajo. Su tarea formadora deberá apuntar a crear un terreno propicio para que sus dirigidos puedan desarrollar sus po­tencialidades más allá de cualquier indicación táctica. Al observar a estos personajes se llega a la conclusión de que tanto los clubes como los padres de los chicos deberían ser muy cuidadosos acerca de en que manos dejan a sus hijos, ya que éstos emiten epítetos de mala manera, a los gritos, histeriqueando situa­ciones constantemente. Esta gente dedicada a la conducción tendría que tener bien claro que cada chico que pisa una cancha o concurre a un club debería ser para jugar y no a los gritos. Nadie puede imaginar gritar a la maestra de Pedrito o de Juan­cito porque hicieron mal la tabla del cuatro. No está escrito en ningún libro ni en ningún tratado de psicología que a través del grito se aprenda algo.Muchas veces se justifican diciendo que un par de gritos el chico necesita... Es que el sabiondo, a puro gri­to, siempre tiene razón y así sigue manteniendo el poder sobre sus dirigidos. Los chicos no deben pagar por parte del "organizador científi­co de la espontaneidad" el costo de su satisfacción personal o su ego de decir "mi equipo campeón". Se supone que la DIVERSION debe­ría ser el fin de todo chico en su estadía en un campeonato. Y que el entrenador tendría que crear un clima de seguridad y confianza para que los protagonistas puedan volcar toda su espontaneidad, improvisación e imaginación. ¿O será que ya quieren empezar a fabricar futbolistas o basquetbolistas pre­parados para la angustia y el drama a través de la desvalorización y el cumplimiento de órdenes titiritescas? ¿O querrán seres ganado­res, pero dependientes y poco creadores?. A no cortar ilusiones. A no esteriotipar. A devolverles lalibertad. "El jugador juega como le enseñó la madre. (Peligroso sujeto capaz de probar que quienes cobran para enseñar a jugar fútbol o básquet, jamás pudieron ni podrán enseñar eso que siendo incógnito jamás puede ser preestablecido)",decía Dante Panzeri.

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